¿Cómo Calmar a un Niño Hiperactivo?

La hiperactividad es un trastorno en la conducta de los niños, se mueven constantemente sin razón alguna, si comienzan una actividad no la terminan por empezar otra y de la misma manera la dejan a medias. Usualmente la hiperactividad aumenta cuando están delante de otras personas con las que no conviven habitualmente, y al estar solos se calman.

La neurosicologa y neurosicopedagoga Martha Lucia Miranda asegura que los niños de prevalencia hiperactiva preocupan mucho, por que no miden el movimiento y realmente necesitan moverse a toda hora.

El trastorno hiperactivo consiste en que no hay inhibición en el cerebro de los movimientos, pues el mecanismo encargado de hacerlo esta inmaduro y reacciona a todos los estímulos del ambiente, comenta la doctora Miranda. Esta situación es algo complicada  para los niños, pues se da cuenta que tratan de controlarlo y así mismo se pone mas ansioso, se angustia y se pone mas hiperactivo de lo normal.

Recomendaciones

La terapeuta ocupacional Sonia Castañeda brinda algunas recomendaciones:

  • Dar instrucciones claras, cortas, en lenguaje sencillo, voz suave y verificar que hallan comprendido la situación.

 

  • Las actividades deben ser cortas y con un objetivo claro y evidente para que ellos vean el logro de los propósitos.
  • Dar masajes calmantes, asesorados por terapistas ocupacionales, pues el efecto puede variar dependiendo de la dirección y la fuerza con la que se realice. Es importante que los niños estén relajados.
  • Es bueno ocuparlos en casa, cargar bolsas de mercado, empujar y halar, correr un mueble y ayudar con actividades del hogar.

La hiperactividad infantil es bastante frecuente. Se calcula que afecta aproximadamente a un 3 por ciento de los niños menores de siete años y es más común en niños que en niñas (se da en 4 niños por cada niña).

En el año 1914, el doctor Tredgold argumentó que las causas se deben a una disfunción cerebral mínima, una encefalitis letárgica en la cual queda afectada el área del comportamiento, de ahí la consecuente hipercinesia compensatoria; explosión la actividad voluntaria, impulsividad orgánica e incapacidad de estarse quietos.

Posteriormente, en 1937, C. Bradley descubre los efectos terapéuticos de las anfetaminas en los niños hiperactivos. Basándose en la teoría anterior, les administraba medicaciones estimulantes del cerebro (como la benzedrina), observándose una notable mejoría de los síntomas.

Fuente: Revista ABC del Bebé 

Elaborado por: Diana Betancur – We Are Moms.

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