Esa primera pausa que encontramos en la menstruación nos hace pensar en muchas cosas.  Lo que no tenemos presente es que desde ya es posible que un pequeño esté latiendo dentro de nosotras en la espera de ser notado.

La confirmación de un positivo de embarazo se lleva a cabo una vez tienes la sospecha, te haces una prueba casera (que son bastante efectivas) y luego la de sangre.  Una vez te enteras de su presencia todo se transforma en ti.

Físicamente las mujeres tienen cambios significativos durante toda la dulce espera. Emocionalmente es lo que nadie se imagina que viene en forma de tranquilidad, tormenta y finalmente en una explosión de sentimientos que no sabremos cómo vamos a reaccionar hasta que llegue ese preciso momento.

Hay un detalle muy importante que se debe trabajar desde el comienzo y es el de establecer un vínculo afectivo poderoso con tu bebé.  Hablarle, sobar pancita, cantarle y leer son detalles que van impactando de forma favorable esa vida que se está formando.

Otro asunto que no debemos olvidar es el de la conexión emocional que haces inmediatamente.  Si es un embarazo deseado o no, sólo lo sabrán ustedes sus progenitores.  El resto de las personas que los rodean no tienen que conocer algo tan íntimo que forma parte de su relación de pareja.

Por lo tanto, cuando tienes conocimiento de que serás Mamá puedes trabajar un proceso natural de nutrición emocional.  Cuando lo haces te alimentas saludable, descansas lo necesario y proteges la gestación.

Un bebé que se siente amado, respetado y comprendido desde el vientre es un niño que nace con grandes posibilidades de una buena autoestima y que de forma recíproca lo hace con la sociedad.

Vamos a trabajar todas las sombras del pasado que pudieran afectar este momento y crear una nueva identidad superando cualquier adversidad.

Para herramientas de NeuroCoaching de Embarazo y Paternidad te invito a leer el Blog Mommy Spa en el que como Escritora y Madre comparto tips y anécdotas de primeriza que se reinventa.

Un abrazo de Mamá a Mamá,

Sully Román Berríos, MBA

Blogger Graduada de NeuroCoaching